Hay determinadas costumbres y usos sociales tan arraigados en determinadas sociedades que, incluso cuando se han perdido su sentido originario, siguen practicándose por la mayoría de la población.
Un caso evidente es el la fiesta de 15 años de las adolescentes argentinas. Porque está claro que hoy ninguna familia que organiza este evento está pensando en poner en el mercado conyugal a su hija. Y, sin embargo, parece ser que este es el motivo por el que nace esta famosa celebración, el de mostrar en público el paso de una niña a mujer y, por tanto, su disponibilidad para casarse.
Aunque hoy esa definición está completamente fuera de lugar, incluso en contradicción con un planteamiento moderno e igualitario de las relaciones entre hombres y mujeres, las familias argentinas suelen seguir organizando una fiesta de quinceañera a sus hijas.
La implantación de esta tradición es muy profunda en toda Latinoamérica, podría decirse que en todos los países de esta órbita, es uno de los acontecimientos más esperados. Incluso, el creciente peso de la población latina en EEUU está haciendo que esta fiesta sea una realidad entre cada vez un mayor porcentaje de sus jovencitas. Hay que recordar que en los países anglosajones es hay un evento similar, el “sweet sixteen” que tradicionalmente se reserva para el decimosexto cumpleaños de las chicas. En otras culturas, lo que se lleva es una fiesta de “puesta de largo” que coincide con el cumpleaños de la mayoría de edad de las chicas. En todos los casos, el sentido originario es el mismo.
Tradicionalmente, era un festejo muy formal. Las nuevas tendencias tanto en el catering como en la ambientación y la decoración transformaron estos festejos en eventos mas descontracturados. El Pizza Party y el Finger Food forman parte de esta tendencia.