Cada vez que organizamos un evento lo primero que pensamos es en el tipo de comida y el servicio de catering que vamos a ofrecer, de acuerdo al espacio disponible, al presupuesto y a las características de la celebración. Para determinar qué menú nos conviene más, hay que saber si la comida va a ser ofrecida de pie o si los invitados estarán sentados alrededor de una mesa.
Para determinar dicha elección es necesario tener en cuenta variables como la localización, el horario, la temporada del año, las preferencias de los invitados, las dimensiones del recinto y la capacidad de la sala adonde se llevará a cabo el evento. Estar rodeado de buena comida y de una compañía excelente es la prioridad.
Sentados
Si la mayoría de los invitados son de edad avanzada, la mejor opción es ofrecer un catering en la mesa. La disposición a placé es la más tradicional y supone organizar la distribución de los invitados para determinar cuál es la mejor forma de ubicarlos para que pasen una excelente velada.
Comer sentado tiene sus ventajas. Nos permite comer tranquilos y saborear cada bocado, aunque también acarrea el riesgo de la indigestión y el aburrimiento. Para que esto no suceda es recomendable coordinar con el chef el tiempo mínimo de espera entre platos y la duración total del banquete, que no debe superar las cuatro horas. Conviene comenzar con una recepción prolongada de más o menos una hora, seguido de una comida de dos horas y un tiempo de reposo tras la ingesta de no más de 60 minutos.
Para dar más agilidad, podés optar por islas saladas para la recepción y una mesa dulce para el postre. El menú suele estar conformado por una recepción, un primer plato, un principal y el postre. No te olvides de pensar en menús alternativos para niños y personas con dietas alimentarias especiales.
Buffet
La comida de pie es la fórmula más conveniente para eventos informales, en especial cuando los invitados son pocos. Es una buena opción para celebraciones al aire libre en primavera y verano. Los asistentes pueden elegir adonde situarse y entablar conversación con más personas.
Para darle un aire juvenil y moderno, podés contar con pufs, sofás y livings de jardín a la sombra de un árbol o sobre el césped junto a la pileta. Cuanto más original, mejor.
En cuanto a la presentación gastronómica, una de las propuestas más comunes es la distribución de la comida en islas temáticas. Por ejemplo, el queso, los embutidos, los fritos, el pescado, la carne, la verdura, la fruta y los dulces. Así, los invitados podrán rodear las mesas en función de sus gustos y saborear productos típicos regionales.
Para darle un toque más chic, podés optar por un servicio de show gastronómico (show de pizzas, sushi o pastas). Otra cuestión a tener en cuenta es la coordinación del servicio con el maître, para que los mozos atiendan en todo momento a los invitados.